miércoles, 19 de noviembre de 2014
Una hermosa combinación de cactus con macetas de talavera, son versátiles y pueden ser una excelente opción para regalar.
Tamaño: 12 cm de diámetro y 10 cm de alto
Precio: $140
Echeveria laui
Turbinicarpus lophophoroides
Gymnocalycium mihanovicii
Mammillaria plumosa
Hawortia sp.
Notocactus ottoni
Tamaño: 12 cm de diámetro y 10 cm de alto
Precio: $140
Echeveria laui
Turbinicarpus lophophoroides
Gymnocalycium mihanovicii
Mammillaria plumosa
Hawortia sp.
Notocactus ottoni
Echeveria laui
domingo, 11 de mayo de 2014
En algunos cactus llega a ser muy evidente cuánto crecen cada temporada; en el caso de los garambullos (Myrtillocactus geometrizans) es notorio debido a que sus tallos son recubiertos de una cera azul-grisácea, de manera que la parte que aún no presenta esta cera, es la que se encuentra en crecimiento
lunes, 3 de marzo de 2014
Errores más comunes que se cometen cultivando cactus
Errores más comunes que se cometen cultivando cactus:
1. Como los cactus son de desierto, les debe dar el sol directo. Los cactus germinan y pasan sus primeros años debajo de arbustos, donde hay una menor radiación solar; por lo que los cactus que cultivemos deberán estar expuestos máximo una hora de sol al día, la demás parte del tiempo deben estar en un sitio iluminado y con ventilación.
2. A los cactus no les importa la temperatura ambiental. Los ecosistemas naturales del 95% de los cactus son sitios áridos, por lo que nuestros cactus deben estar en sitios cálidos y secos, una temperatura ideal para ellos es entre 30 y 32 °C, y sobretodo evitar colocarlos en baños.
3. Se ven tristes, los voy a regar. Lo más importante para que un cactus se mantenga sano, es evitar el riego excesivo; en primavera y verano se les debe regar una vez a la quincena, pero en invierno se les debe regar máximo una vez al mes. Los cactus están adaptados para acumular agua en sus tejidos, por lo que riego excesivo puede provocar que absorban tanta agua que revienten sus células; por otra parte, tanta agua en el sustrato atraerá a hongos que infectarán raíces, pudiendo provocar la muerte de la planta.
4. A todas las plantas les encanta la tierra de hoja. Tal vez a muchas plantas sí les encante la tierra de hoja, pero el suelo donde viven los cactus tiene poca materia orgánica y es poroso, por lo que el sustrato debe ser una mezcla de tierra negra cernida (40%) y gravilla volcánica (60%) conocida como tezontle y/o tepojal.
5. Todas las plantas deben regarse cuando se trasplantan. Cuando cambiamos de maceta a un cactus, inevitablemente lesionamos algunas de sus raíces, con lo cual queda tejido abierto al posible ataque de patógenos, el cambio de maceta implica un fuerte estrés para los cactus, de manera que al trasplantar debemos utilizar sustrato completamente seco y no podremos regar durante una semana y poner a nuestra planta en un sitio con poca iluminación, seco y bien ventilado para dejar que las raíces lesionadas cicatricen.
6. Si no florece nuestro cactus, no está sano. Los cactus presentan un metabolismo que les permite sobrevivir en ecosistemas áridos, por lo que deben acumular nutrimentos suficientes para poder florecer, así que muchos cactus dan su primer flor a los 4 años de edad, sin embargo otros cactus pueden tardar hasta 20 años en florecer, sin que esto implique que no estén sanos.
Si tomamos en cuenta estos consejos, podremos contar con cactus sanos y felices que embellezcan el espacio donde se encuentren y nos darán muchas alegrías y satisfacciones.
1. Como los cactus son de desierto, les debe dar el sol directo. Los cactus germinan y pasan sus primeros años debajo de arbustos, donde hay una menor radiación solar; por lo que los cactus que cultivemos deberán estar expuestos máximo una hora de sol al día, la demás parte del tiempo deben estar en un sitio iluminado y con ventilación.
2. A los cactus no les importa la temperatura ambiental. Los ecosistemas naturales del 95% de los cactus son sitios áridos, por lo que nuestros cactus deben estar en sitios cálidos y secos, una temperatura ideal para ellos es entre 30 y 32 °C, y sobretodo evitar colocarlos en baños.
3. Se ven tristes, los voy a regar. Lo más importante para que un cactus se mantenga sano, es evitar el riego excesivo; en primavera y verano se les debe regar una vez a la quincena, pero en invierno se les debe regar máximo una vez al mes. Los cactus están adaptados para acumular agua en sus tejidos, por lo que riego excesivo puede provocar que absorban tanta agua que revienten sus células; por otra parte, tanta agua en el sustrato atraerá a hongos que infectarán raíces, pudiendo provocar la muerte de la planta.
4. A todas las plantas les encanta la tierra de hoja. Tal vez a muchas plantas sí les encante la tierra de hoja, pero el suelo donde viven los cactus tiene poca materia orgánica y es poroso, por lo que el sustrato debe ser una mezcla de tierra negra cernida (40%) y gravilla volcánica (60%) conocida como tezontle y/o tepojal.
5. Todas las plantas deben regarse cuando se trasplantan. Cuando cambiamos de maceta a un cactus, inevitablemente lesionamos algunas de sus raíces, con lo cual queda tejido abierto al posible ataque de patógenos, el cambio de maceta implica un fuerte estrés para los cactus, de manera que al trasplantar debemos utilizar sustrato completamente seco y no podremos regar durante una semana y poner a nuestra planta en un sitio con poca iluminación, seco y bien ventilado para dejar que las raíces lesionadas cicatricen.
6. Si no florece nuestro cactus, no está sano. Los cactus presentan un metabolismo que les permite sobrevivir en ecosistemas áridos, por lo que deben acumular nutrimentos suficientes para poder florecer, así que muchos cactus dan su primer flor a los 4 años de edad, sin embargo otros cactus pueden tardar hasta 20 años en florecer, sin que esto implique que no estén sanos.
Si tomamos en cuenta estos consejos, podremos contar con cactus sanos y felices que embellezcan el espacio donde se encuentren y nos darán muchas alegrías y satisfacciones.
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